viernes, 8 de diciembre de 2017

Sepulturas medievales en medio de un rompecabezas arqueológico

En el castro de Cereixa salen a la luz vestigios de épocas muy diferentes mezclados de una forma compleja

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ROI FERNÁNDEZ

FRANCISCO ALBO
MONFORTE / LA VOZ 08/12/2017 05:00 H

El regreso de las lluvias a Galicia coincidió ayer con la recuperación del esqueleto humano más antiguo encontrado hasta ahora en el territorio de la Ribeira Sacra. A lo largo de la mañana, un equipo dirigido por el bioarqueólogo Patxi Pérez Ramallo se encargó de limpiar y desenterrar los huesos en la necrópolis medieval del castro de San Lourenzo de Cereixa, en A Pobra do Brollón. En vista de su fragilidad se optó por retirar una parte de ellos en bloque, junto con la tierra en la que estaban depositados, para separarlos más adelante en el laboratorio. Durante las primeras horas no llovió, pero hacia la una de la tarde se hizo necesario proteger la excavación con un toldo de grandes dimensiones.

La operación se encuadra en la tercera campaña de excavaciones realizada en el castro de Cereixa, que terminará el próximo día 15 y que tiene una duración de dos meses. El enterramiento se encuentra en medio de un verdadero rompecabezas arqueológico que ha ido ganado complejidad durante las últimas semanas, a medida que iban saliendo a la luz nuevos elementos, pertenecientes a épocas muy diferentes. «Creo que nunca me encontrei cun xacemento tan complexo como este», apunta Xurxo Ayán, director técnico del proyecto.

Según explica el arqueólogo, en el lugar se han desenterrado por ahora una veintena de sepulturas de la Edad Media -aunque puede haber muchas más- situadas en torno a las ruinas de una construcción que según todos los indicios es la antigua iglesia parroquial de Cereixa. El edificio fue ampliado y reforzado en el siglo XVII. Las tumbas -de adultos y de niños- se hallan entre los vestigios de las construcciones y los empedrados de un castro de la época galaicorromana cuyos habitantes parecen haberse dedicado principalmente a la minería del hierro y la metalurgia, una actividad que dejó como huella numerosas escorias. En los últimos días se han encontrado además fragmentos de cerámica del tipo conocido como de dientes de lobo -propio del segundo milenio antes de Cristo- que sugieren que el castro ya estaba habitado en la época prerromana.

Piezas de muchos tipos

Los sepulcros -los hay de tres tipos diferentes- están en muchos casos pegados a los muros de las edificaciones del castro, considerablemente más antiguas, que en algunos puntos fueron cortados para practicar los enterramientos. Sobre las lajas de pizarra que cubren algunas de las tumbas aparecieron pedazos de vasijas de cerámica de entre los siglos XI y XIII. Entre ellos hay muestras de un tipo de alfarería medieval característico del valle del Tera, en Zamora. Uno de los enterramientos estaba tapado con una rueda de molino. A estos materiales se suman un cuchillo de hierro hallado en una tumba y medio centenar de monedas de diversas épocas que aparecieron en otros puntos del yacimiento.

Los responsables del proyecto arqueológico esperan que las próximas campañas de excavaciones proporcionen más datos que ayuden a entender la evolución de este enclave que quedó totalmente abandonado en el siglo XIX y hasta hace poco estuvo cubierto por la maleza.
Las Xornadas de Arqueoloxía de Mondoñedo abordan el hallazgo del esqueleto de mil años

Mondoñedo celebrará el 15 al 17 de este mes las XVII Xornadas de Arqueoloxía Villaamil y Castro. Una cita plenamente consolidada que cada año, entre otras cuestiones, sirve para acercar los descubrimientos realizados en el municipio mariñano, pionero en este tipo de estudios y que incluso cuenta con su propio arqueólogo municipal, algo poco usual en concellos de estas dimensiones.

Esta edición se celebra pocas semanas después de que se descubriera en la zona mindoniense de Os Castros una necrópolis medieval en la que localizaron seis tumbas, una de ellas en muy buen estado de conservación, que albergaría el esqueleto de una mujer de unos 45 años de edad. Creen que se trata de un enterramiento de hace unos mil años. El bioarqueólo Patxi Pérez Ramallo, de la Universidad del País Vasco, es uno de los ponentes invitados a estas jornadas. El día 15, a las ocho de la tarde, pronunciará una conferencia titulada «A morte no Camiño: dieta, mobilidade e sociedade no Camiño de Santiago», en la que hablará de la desconocida localizada en Mondoñedo. Él es el encargado de realizar el análisis osteológico de los huesos y seguramente explicará las conclusiones a las que ha llegado y que posteriormente se completarán con las pruebas de isótopos, carbono14 y ADN que un equipo internacional de expertos le practicará a este esqueleto.


Abel Vigo, arqueólogo municipal, apuntaba ayer que estas pruebas son fundamentales para datar exactamente la época del cementerio y corroborar si se trata de una necrópolis medieval, de un enterramiento cristiano, como deducen inicialmente.

El día 16 intervendrá el profesor Jorge López Quiroga, de la Universidad Autónoma de Madrid, que disertará de «El tiempo de los Suevos en la Gallaecia: del mito a la realidad». El domingo 17 rematarán con una visita a la exposición «In Tempore Sueborum» que se desarrolla en tres espacios de la ciudad de Ourense. Para anotarse a las jornadas llamen al 982 507 177.

El día 23 habrá una jornada festiva y divulgativa para recaudar fondos para el proyecto


Al mismo tiempo que se realizan las excavaciones en el castro de Cereixa, un equipo de restauradores -que seguirá trabajando hasta el 8 de enero- se encarga de consolidar los restos de construcciones que se han ido poniento al descubierto. La asociación vecinal de la parroquia, que promueve este proyecto arqueológico, tiene la intención de volver abrir el yacimiento a las visitas turísticas durante el 2018, como ya se hizo este año en varias ocasiones. Los recorridos guiados con fechas y horarios regulares empezarán a ofrecerse en primavera. Durante el invierno se efectuarán de una manera más puntual.

Por otro lado, la asociación organizará el próximo día 23 una jornada divulgativa y festiva con el objetivo de recaudar donativos para ayudar a financiar las próximas campañas arqueológicas. Las actividades -los horarios se darán a conocer algo más adelante- se llevarán a cabo en el conjunto de bodegas restauradas de Vilachá de Salvadur. El programa comprenderá charlas didácticas, sesiones de cuentacuentos y actuaciones musicales. El Ayuntamiento de A Pobra do Brollón colaborará en la iniciativa estableciendo una ruta de autobús desde la capital del municipio hasta el lugar del festejo.

Para recaudar las ayudas, la asociación recurre a la venta de diversos recuerdos entre los visitantes, como camisetas, gorras, vasos de cerámica y un vino tinto embotellado especialmente con este finalidad bajo la etiqueta Santo Graal.