martes, 14 de noviembre de 2017

O Taro Branco, tumba de forestales

Esparcidas en el mismo lugar de O Courel las cenizas de dos agentes medioambientales

CARLOS CORTÉS
MONFORTE / LA VOZ 14/11/2017 05:00 H

No es la mayor montaña de O Courel, pero O Taro Branco tiene algo especial más allá de sus 1.200 y pico metros de altura. Puede que sean sus características formas redondeadas, o los afloramientos de roca caliza que asoman aquí y allá bajo un manto vegetal que es de un verde intenso la mayor parte del año.... Era desde luego una montaña muy especial para Paco López, el agente forestal andaluz pero afincado en O Courel que murió el pasado mes de junio. Y también para su amigo y colega de profesión Alejandro Lagarón, muerto hace no mucho, también por causas naturales. Desde este domingo, las cenizas de ambos reposan en la cumbre de O Taro Branco.


Las de Alejandro fueron esparcidas en ese monte hace dos años, solo unos días después de su muerte. Era de A Fonsagrada y cuando falleció ya llevaba un tiempo viviendo en Sarria con su familia, pero había trabajado como agente forestal en O Courel durante años y era un enamorado de esas montañas, a las que volvía siempre que podía. Allí había coincidido con Paco López, el granadino que hace 32 años aterrizó en Folgoso después de formarse como agente forestal en la escuela de Lourizán. Para los dos, el monte no era solo un trabajo, sino también una pasión. Y estaban de acuerdo en que esa mole caliza de nombre extraño y llena de cuevas era un lugar como pocos.

Riesgo de incendio

«Non houbo maneira de facelo antes sobre todo porque o verán é temporada de alto risco de incendios», explica Felipe Castro, agente forestal y amigo de Paco López. Si lo hacían en verano, muchos compañeros de trabajo del fallecido no iban a poder asistir al homenaje. Así que dejaron pasar los meses de calor y se propusieron organizarlo el primer fin de semana de noviembre, pero tampoco hubo manera. Se celebraba la Festa da Castaña do Courel y faltaban alojamientos libres para los familiares que querían venir de Granada y de Vigo.

El homenaje se celebró finalmente este domingo. Unas cincuenta personas, entre las que había familiares, amigos, vecinos y colegas de las consellerías de Medio Rural y Medio Ambiente, subieron a la cima de O Taro Branco y esparcieron allí una parte de sus cenizas. El resto serán trasladadas a Granada.

Una placa que lo explica

También colocaron una placa en la que puede leerse «Nesta paraxe do Taro Branco repousan as cinzas de Paco López (1953-2017), axente forestal que dedicou 32 anos da súa vida aos montes e ás xentes do Courel. Lembramos o teu sorriso, compromiso e solidariedade». Y eso no son solo palabras, porque todos los que tratraron con él están de acuerdo en que era alguien especial, poco más o menos como su montaña favorita.

«Que como era Paco?». Felipe Castro repite en alto la pregunta y se ríe, pero no tarda ni un segundo en contestar. «Paco era un cachondo, entre outras cousas, e ás veces era complicado saber se che estaba falando en serio ou non, porque tiña un humor moi especial». Y al mismo tiempo, era «moi acolledor, moi entrañable, moi andaluz e prestábase practicamente a todo». Por ejemplo, a sembrar O Courel de esos indicadores de madera de hechuras artesanales que se han convertido en una seña de identidad de estas montañas.

Los letreros de madera

Empezó a hacerlos después de terminar un curso de carpintería. Primero eran solo indicadores de aldeas o parajes en el monte. Después, se corrió la voz y la gente empezó a pedírselos para comercios, bares e incluso casas particulares. Y a nadie le decía que no. Todos parecen hechos por la misma mano, pero cada uno tiene algo especial en el acabado o en la forma.

Los letreros de Paco López siguen por todas partes, recordándole a los vecinos quién era aquel andaluz grande y fuerte como una montaña que llegó hace 32 años a O Courel y ya nunca se marchó.

lunes, 13 de noviembre de 2017

La erosión amenaza los terrenos quemados en octubre en O Courel

El biólogo Javier Guitián señala que ya se están produciendo arrastres de tierras

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JOSÉ L.M. VILLAR

FRANCISCO ALBO
MONFORTE / LA VOZ 13/11/2017 07:53 H


El incendio forestal que a mediados de octubre quemó en torno a 150 hectáreas de monte en la sierra de O Courel ha causado uno de los peores estragos ambientales que se han registrado en este territorio en los últimos años. Tal es el parecer del biólogo Javier Guitián Rivera, catedrático de la USC y autor de una guía de la flora de la sierra, que esta semana realizó un examen sobre el terreno del área incendiada. Hasta ahora no se había efectuado una valoración de este tipo. «La superficie afectada puede que no sea muy extensa, pero el daño medioambiental y paisajístico es muy serio, bastante peor de lo que esperaba», señala. El siniestro se produjo en el valle del río Pequeno, un zona de especial valor ecológico encuadrada en Red Natura y perteneciente a la parroquia de Meiraos.

Guitián apunta que el incendio destruyó importantes masas boscosas de rebolos -Quercus pyrenaica-, abedules y cerezos silvestres, así como áreas de matorral. El biólogo señala que en la parte alta del monte el fuego también afectó a unas zonas de pasto de suelo calizo que albergan comunidades florales de notable valor. No obstante, puntualiza que todavía no pudo examinar estos terrenos desde cerca, por lo que por ahora es difícil valorar los daños.

A la destrucción de la vegetación -indica Guitián por otro lado- se suma el efecto erosivo de las lluvias caídas durante las últimas semanas en las áreas quemadas, que se encuentran en gran parte en terrenos de fuerte pendiente. «Parece que estas precipitaciones no fueron de mucha intensidad, pero se nota que ya hubo pérdidas de tierra», comenta. La presencia de estos arrastres mezclados con ceniza es perceptible en la cuneta de la carretera que atraviesa la zona.

En la misma zona ya se había producido en el 2012 un incendio de grandes dimensiones que arrasó cerca de 2.300 hectáreas. Otro siniestro mucho menos importante -de unas diez hectáreas- se registró el pasado enero. Javier Guitián indica que el incendio de octubre ha afectado a espacios que ya habían ardido con anterioridad y en los que la vegetación había empezado a regenerarse. «A consecuencia de todo esto, los suelos han quedado muy dañados y desprotegidos, y el nivel de erosión de las laderas puede ser fortísimo si en los próximos meses hay lluvias intensas», afirma. Las cenizas -agrega- podrían llegar al contaminar el cauce del río Pequeno, ya que por las tierras quemadas pasan algunos pequeños arroyos que desembocan en él.

Operaciones de prevención

A juicio del biólogo, en las laderas donde las pendientes son menos acusadas cabe la posibilidad de intentar frenar la erosión depositando capas de paja sobre la superficie del suelo, como se ha hecho en los últimos años en otras partes de Galicia. Esto es algo que no se pudo hacer en las áras afectadas por otro grave incendio que se produjo en la sierra -en este caso, en el valle del río Lóuzara- en junio del 2015. El fuego dejó desprotegidas unas laderas sumamente empinadas que en los siguientes meses sufrieron una fuerte erosión. En esta zona, según explica Javier Guitián, la vegetación se está regenerando con mucha lentitud y los efectos de aquel incendio siguen siendo muy patentes cuando han pasado cerca de dos años y medio.


En cambio, según Guitián, la vegetación parece estar recuperándose satisfactoriamente en otra zona quemada por un incendio el pasado abril en las cercanías de Seoane do Courel, a pesar de que se trata también de terrenos empinados.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Un vídeo grabado con drones promocionará el proyecto del geoparque

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ROI FERNÁNDEZ

QUIROGA / LA VOZ 08/11/2017 05:00 H

La asociación Montañas do Courel firmó un convenio con la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) por el cual está entidad financiará la grabación de un vídeo promocional del parque geológico que pretenden crear los municipios de Quiroga, Folgoso do Courel y Ribas de Sil. La ayuda económica aportada por Agader se eleva a unos 9.000 euros.

Los responsables de la asociación señalan que el vídeo será grabado con drones y tendrá una duración de en torno a tres minutos. El audiovisual mostrará una selección de imágenes aéreas del plegamiento de Campodola -en la imagen sobre estas líneas- y otros parajes de interés geológico de la comarca que serán difundidas por Internet, principalmente a través de la web de la entidad que agrupoa a los tres municipios. Esta página -en la dirección courelmountains.es- está activa desde marzo, pero por ahora solo contiene un documento de presentación del proyecto de creación del geoparque. En los próximos meses está prevista dotarla de mayores contenidos.

Otras iniciativas

Esta es la primera vez que la asociación Montañas do Courel establece un convenio con una institución pública para desarrollar iniciativas de promoción del proyectado parque geológico. El presidente de la entidad, Roberto Castro -teniente de alcalde de Ribas de Sil- señala que en breve plazo se solicitará también el apoyo de otros departamentos de la Xunta y de la Diputación para impulsar nuevos proyectos con la misma finalidad. «O convenio con Agader é só un primeiro paso e durante o ano que vén pretendemos seguir organizando outras actividades de promoción -explica a este respecto- que comprenderán xornadas e charlas divulgativas dirixidas en primeiro lugar aos veciños da comarca, coa intención de conciencialos sobre o valor do noso patrimonio xeolóxico e da importancia que ten este proxecto».

Por otro lado, la asociación sigue a la espera de recibir oficialmente el apoyo de la comisión española de cooperación con la Unesco, a fin de solicitar a esta entidad dependiente de las Naciones Unidas el ingreso en su red internacional de geoparques.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Numerosas aldeas reciben ya agua en cisternas por culpa de la sequía

Hay problemas de este tipo al menos en media docena de municipios

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CARLOS CORTÉS
MONFORTE / LA VOZ 05/11/2017 05:00 H

Empezó en verano como un problema puntual localizado en algunas aldeas y que todo el mundo esperaba que se esfumase con las lluvias de otoño. Pero las lluvias todavía no han llegado, no al menos en la cantidad que sera precisa, y la falta de agua en las localidades que carecen de sistemas públicos de suministro se está agudizando. En la mitad sur de Lugo hay ya una considerable cantidad de aldeas en esta situación. Al menos media docena de ayuntamientos se están viendo obligados a llevar agua en camiones cisterna a parte de sus vecinos.


Ocurre como mínimo en Pantón, Sober, Bóveda, A Pobra do Brollón, Monforte y Folgoso do Courel. Los problemas se están produciendo sobre todo en núcleos de población que carecen de cualquier tipo de traída colectiva, y en las que cada casa dispone de uno o más pozos particulares. Los pozos menos profundos se están secando, en algunos lugares de forma generalizada. En otros casos, la falta de agua afecta ya a traídas locales, gestionadas por los propios usuarios.


Por ahora, no hay constancia de que ningún sistema público de suministro se haya quedado sin agua. Eso sí, en municipios como Quiroga están recurriendo a sistemas de bombeo alternativos. En este municipio, en el que el Ayuntamiento no ha tenido que llevar agua en cisternas a ninguna casa, la traída está funcionando con una captación auxiliar que recoge agua directamente del río Ferreiriño. La toma habitual, que funciona sin bombeo porque el agua cae a peso hasta Quiroga de arroyos en la montaña, no funciona porque esos manantiales están secos.

«É terceiromundista»

En el caso de Pantón, donde falta agua en las parroquias de Santiago y San Vicente de Castillón, O Mato y Tribás, el BNG enviará a la Valedora do Pobo el incumplimiento de acuerdos adoptados en su día por la corporación que reclamaban la construcción de traídas en esas parroquias. «É terceiromundista rogar a auga en pleno 2017», se lamenta la portavoz del Bloque, Rosana Prieto. Por su parte, el alcalde, José Luis Álvarez, anuncia para este año una traída en Tribás y para los próximos meses en Castillón.
Cada entrega de agua con un camión cisterna sale por 350 euros para pagar el porte

Solucionar la falta de agua con envíos de agua mediante camiones cisterna no es barato. Los ayuntamientos que se ven obligados a hacerlo recurren en ocasiones a las carrocetas que se utilizan en los incendios forestales y en ese caso no hay coste económico directo, porque se trata de vehículos de propiedad municipal. Sin embargo, cuando eso no es suficiente, tienen que contratar a camiones cisterna particulares. El alcalde de Pantón, José Luis Álvarez, cuenta que cada vez que lo hacen les cuesta 350 euros cada viaje en concepto de portes para el transportista.


Al lado de Pantón, también en el municipio de Sober el Ayuntamiento tiene casas a las que proporciona agua con cisternas. Lo hace al menos con diez viviendas, un establecimiento turístico y una explotación agrícola. El alcalde, Luis Fernández Guitián, anuncia para el 2018 «un ambicioso plan para ampliar a traída municipal e proporcionar axudas para pozos ou depósitos para lugares donde esa rede non poida chegar».

Situaciones similares a las de Pantón y Sober se producen también en Bóveda y A Pobra do Brollón. En Bóveda, el Ayuntamiento ya ha llevado agua en varias ocasiones a dos granjas de ganado y a dos aldeas que carecen de traída pública. En A Pobra pasa lo mismo con la parroquia de Ferreiros. También en Monforte, donde en los últimos días el Ayuntamiento ha enviado cargas de agua a una vivienda en A Infesta, en la parroquia de Rozabales. Hace un mes habían recurrido también a este método de emergencia en ese mismo lugar y en Morade Grande, Os Palleiros y Vilamarín.

domingo, 5 de noviembre de 2017

«Ardeu en agosto, pero tamén en setembro»

O Courel celebró asó media tonelada de castañas en su fiesta anual, a pesar de que ha sido un año malísimo en los soutos


Video
CARLOS CORTÉS

04/11/2017 20:43 H

No, el titular no habla de incendios, sino de castañas. Como las que ayer probaron los cientos de personas que acudieron a Seoane para participar en la Festa da Castaña do Courel. El 2017 ha sido un año horrible y la producción de los soutos ha caido en picado, pero aún así el Ayuntamiento de Folgoso consiguió asar media tonelada en la fiesta. «E haber hai máis se fai falta», aseguraba ayer junto al fuego Manuel Arias, uno de los asadores oficiales de este certamen que ayer cumplió treinta años.
En O Courel hay castañas más que suficientes para atender la demanda de esta fiesta, pero no para abastecer el mercado. El propio Manuel Arias confirma que este año la producción ha caído drásticamente. Él calcula que los soutos de O Courel no habrán dado este año más que una quinta parte de lo habitual.

Para explicar las causas, Manuel Arias echa mano de ese refrán con vocación de manual de instrucciones que dice que la castaña tiene que arder en agosto y beber en septiembre. «E ardeu en agosto, pero tamén ardeu en setembro, esta vez foi todo arder e nada de beber», explica con sorna. El año ya había empezado con mal pie, porque las heladas de abril estropearon la floración y después de aquello los castaños tuvieron que regenerarse y volver a empezar.

El resultado es una cosecha escasa y de calidad muy mejorable. Las castañas tienen poca agua y a la hora de asarlas enseguida se les quema la cáscara y el sabor no acaba de ser el de siempre. «Algunha xa valía para sacarlle a cáscara e comela seca», dice Manuel Arias exagerando un poco, pero no mucho.

En cualquier caso, la fiesta se celebró y el espectáculo del otoño en O Courel compensó a quienes se sintiesen defraudados por la calidad de las castañas.

Ladillo.

El magosto popular y gratuito fue el momento central y empezó a las doce del mediodía. Lo anunciaron un grupo de gaitas y una actuación de cantores de la zona. Como ya es habitual, el pregón también fue musical, Si el año pasado el elegido había sido el cantante Davide Salvado, esta vez le tocó al cantautor pop Emilio Rúa.

Junto a la zona en la que se asaron las castañas, se extendían numerosos puestos de venta de productos típicos y artesanía, además de cantinas en las que muchos visitantes se quedaron a comer. A las dos de la tarde actuó en el recinto de la fiesta el grupo O Recanto y a las cuatro la charanga CDV Band. La actividad continuó durante la tarde, con un espectáculo de animación infantil con Uxía Lambona e a Banda Molona y con demostraciones de artesanía con cestos. La fiesta iba a prolongarse hasta la noche, con una verbena amenizada por el dúo Muralla.