martes, 31 de octubre de 2017

Así se alimentaban los osos pardos de O Courel hace miles de años

Un estudio indica que la dieta de los plantígrados de la montaña lucense fue básicamente herbívora

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FUNDACION OSO PARDO

FRANCISCO ALBO
QUIROGA / LA VOZ 31/10/2017 05:00 H

Los fósiles de osos descubiertos en las cuevas de la sierra de O Courel ocupan un importante lugar en una investigación que ha tenido por objeto determinar cómo era la dieta de estos animales en tiempos prehistóricos. El resultado de estos estudios se dio a conocer recientemente en un trabajo publicado en inglés en la revista científica Quaternary International y firmado por las paleontólogas Ana García Vázquez, Ana Pinto Llona y Aurora Grandal d’Anglade, vinculadas al Insituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña. Según esta investigación, los osos pardos del área cantábrica -incluida la montaña lucense- fueron básicamente herbívoros incluso durante la última glaciación, cuando le vegetación se hizo más escasa.

En el estudio se analizaron huesos de 39 osos pardos prehistóricos recogidos en cuevas del oriente lucense, Asturias y el norte de León, entre las que se encuentran las de Arcoia, Longo de Meu, Tras da Lastra, O Eixe, Purruñal y Pena Paleira, en la sierra de O Courel. Aplicando la técnica del análisis de isótopos, se consiguió averiguar cuáles fueron los principales componentes de la dieta de estos animales. El estudio de estos fósiles se comparó con otros del extinto oso de las cavernas y también de ciervos, todos ellos encontrados en el área cantábrica. Una de las conclusiones que se obtuvieron -indican las investigadoras- es que la alimentación de los osos pardos apenas se distingue de la de los osos de las cavernas, que según se conoce por otros estudios, era exclusivamente herbívora.

Diferentes hábitats

Las científicas señalan por otro lado que la principal diferencia que se observa entre la dieta de una y otra especie consiste en que los osos de las cavernas parecen haberse nutrido de vegetales propios de zonas bajas y boscosas, mientras que los osos pardos obtenían su alimento en tierras altas y con pocos árboles. Por otro, la investigación apunta a que este régimen alimentario de los osos pardos se mantuvo incluso durante el llamado Último Máximo Glacial, la época más fría de la última glaciación, que se desarrolló aproximadamente entre hace 24.000 y 14.000 años. Teniendo en cuenta la gran adaptabilidad ecológica de esta especie -indican las autoras del estudio-, cabría suponer que al enfriarse el clima «su dieta pudo haberse vuelto más carnívora debido a la creciente escasez de vegetales, o bien para evitar la competición directa con otras especies herbívoras como el oso de las cavernas». Eso fue precisamente lo que sucedió durante ese período -añaden- con los osos pardos de Europa central, que incrementaron el consumo de carne para hacer frente a la falta de vegetación. Sin embargo, los osos del área cantábrica y la montaña lucense no variaron su alimentación, que siguió siendo igual que durante el período climático conocido como MIS 3 -entre hace 57.000 y 29.000 años-, una época mucho más cálida que el Último Máximo Glacial pero algo más fría que la actual. Al terminar la glaciación, la dieta de los osos pardos siguió sin cambiar hasta los tiempos actuales.


En las poblaciones actuales, solo un 20% de la comida es proteína de origen animal

Las autoras del estudio publicado en Quaternary International indican que las investigaciones realizadas sobre la alimentación de los osos pardos que viven actualmente en la región cantábrica -y que realizan frecuentes incursiones en el territorio gallego- prueban que la vegetación constituye una parte fundamental de su dieta, que solo está constituida por proteínas de origen animal en aproximadamente un 20%. «En la cordillera Cantábrica, la hierba es el alimento más frecuente en primavera, pero los osos también consumen carroña si es accesible», explican las investigadoras. «En verano, la comida preferida son los frutos frescos y en otoño y principios del invierno, las nueces», añaden, señalando además que las bellotas y los arándanos son en general los alimentos básicos.

En cuanto a la alimentación de origen animal, el estudio apunta que el oso pardo cantábrico «no se comporta como un cazador activo, sino más bien como un carroñero oportunista». La dieta de la especie en toda esta área geográfica, por otro lado, se distingue notablemente de la de los osos pardos de la región pirenaica, que está compuesta de carne hasta en un 30%. Otra diferencia alimentaria consiste en que los osos pirenaicos ingieren más tubérculos, como los de la planta conocida como castañuela (Conopodium majus) y también cazan animales acuáticos como ranas y truchas.

Las científicas dicen también que el estudio comparativo entre la alimentación de los osos pardos y los ciervos de épocas prehistóricas indica que consumían diferentes tipos de vegetales. Ello se debe probablemente a la preferencia de los osos por las zonas de alta montaña, que se acentuó tras el fin de la glaciación debido a la presión humana.