lunes, 27 de julio de 2015

Dos incendios en Navia y O Courel calcinan 630 hectáreas de Red Natura

Ambos fuegos, que a última hora de la tarde de ayer permanecían aún activos, constituyen el siniestro más grave del verano por el enorme valor de lo quemado



 
LUGO, MONFORTE / LA VOZ 
Más de 600 hectáreas de terrenos incluidos en la Red Natura, dado su gran interés ecológico, habían sido calcinadas a media tarde de ayer por dos voraces incendios forestales que afectaban a los municipios lucenses de Navia de Suarna y Folgoso do Courel. Los fuegos, que empezaron el sábado, todavía seguían activos.

Más de veinticuatro horas tardaron los equipos de extinción en dar por estabilizado el incendio que afectó a la parroquia de Ribeira en Navia de Suarna. Lo lograron sobre las siete de la tarde de ayer. A esa hora, las llamas ya habían quemado 431 hectáreas, según datos de la Xunta y unas 500, según vecinos de la zona.

La magnitud del incendio motivó que al lugar acudieran más de cincuenta militares de la Unidad de Emergencias, de las bases de Marín y León. Les fueron habilitados el pabellón de deportes y el grupo escolar de Navia para darles cabida.

La Xunta también envió al lugar un total de 16 aeronaves, entre otras razones porque la zona es de complicado acceso debido a su orografía. A lo largo del día de ayer trabajaron 35 brigadas, siete agentes y un técnico. Utilizaron un total de 19 motobombas.

A diferencia de lo que ocurrió en la jornada del sábado, ayer las llamas no se aproximaron a viviendas, según explicaron vecinos de Navia. De todos modos, la extinción resultaba complicada como consecuencia del viento reinante.

En la sierra de O Courel, el incendio permanecía activo y sin controlar cuando la Consellería de Medio Rural emitió un comunicado sobre las tareas de extinción a las 19.30 horas de ayer, exactamente veinticuatro horas después de que se declarase el siniestro.

200 hectáreas

La estimación provisional de la superficie quemada hasta ese momento es de unas doscientas hectáreas. El área afectada, pues, permaneció invariable para la consellería desde el comunicado difundido a las nueve y media de la mañana. El fuego ha afectado a una zona situada entre las localidades de Seceda, Cortes, Eiriz y Lousadela, pero sin amenazar a estos núcleos.

El siniestro se produjo en una zona abrupta y de difícil acceso en el límite entre los municipios de Folgoso do Courel, O Incio y Samos, lo que ha complicado considerablemente los trabajos de extinción.

El territorio se caracteriza por una notable biodiversidad vegetal y por la presencia de importantes formaciones boscosas, pero hasta ahora no ha sido posible valorar con exactitud los daños causados por el fuego. En las tareas de control de este incendio han participado veintinueve brigadas, once agentes forestales y dos técnicos, con el apoyo de dieciocho motobombas, dos palas, siete helicópteros y cuatro aviones.

Afectada la zona del oso pardo y una gran reserva de madroños

El incendio de Navia de Suarna se lleva por delante una gran extensión de un importantísimo valor natural. Ecologistas que conocen perfectamente la zona se mostraron ayer desolados por los efectos del fuego. En este sentido recordaron que todo el valle del río Rao, que se vio afectado, forma parte del hábitat del oso pardo. En toda la zona existe gran cantidad de cortizos y albarizas donde se produce una gran cantidad de miel. Los daños para la apicultura son terribles, según explicaron.

A la lista de gravísimos daños hay que sumar las reservas de madroños que también quedaron destrozadas por las voraces llamas que en algún momento alcanzaron grandes proporciones como consecuencia del fuerte viento. El madroño es una especie protegida porque se encuentra amenazada. En la zona tenía un hábitat perfecto porque el valle del Rao tiene un microclima que proporciona unas temperaturas muy benignas.

Los ecologistas también hicieron referencia a las nefastas consecuencias que el incendio de Navia tendría para la fauna

Sospechas de que las llamas las provocaron intencionadamente

Un vecino del municipio de O Courel -que prefiere no revelar su identidad- contactó ayer con los agentes forestales que trabajaban en la extinción del incendio y con la Guardia Civil para comunicarles su sospecha de que el incendio puede haber sido intencionado.

Según explica este vecino, el pasado sábado se encontraba paseando cerca del lugar donde se inició el fuego y pudo ver un vehículo todoterreno estacionado por la zona poco antes de que se produjese el incendio. En cierto momento el automóvil arrancó -añade- y unos diez o quince minutos después el vecino pudo ver cómo el fuego empezaba a propagarse por las cercanías a partir de dos lugares diferentes, separados por una escasa distancia y a ambos lados de un arroyo que corre por la zona.

El vecino dice que vio el automóvil a una distancia aproximada de entre cien y 150 metros y que en ningún momento distinguió a sus ocupantes ni la matrícula. «O coche non se me pareceu ao de ninguén que viva por esta zona e supoño que viña de fóra», dice.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2015/07/27/dos-incendios-navia-courel-calcinan-630-hectareas-red-natura/0003_201507G27P4991.htm

lunes, 20 de julio de 2015

Amapola amarilla, rareza botánica en la sierra de O Courel

En la zona crece la planta poco común y exclusiva de Europa occidental que es uno de los símbolos nacionales del País de Gales
CARLOS RUEDA, FRANCISCO ALBO monforte / la voz, 19 de julio de 2015. 
FOTO CARLOS RUEDA

Los pétalos de la flor son habitualmente amarillos, aunque pueden oscilar al naranja.

La biodiversidad vegetal es uno de los grandes valores naturales de la sierra de O Courel, donde los científicos han podido catalogar más de ochocientos especies de plantas y árboles. Entre las muchas singularidades botánicas de la zona se encuentra la poco común amapola amarilla. El nombre vulgar de la especie indica que pertenece a la familia de las papaveráceas -plantas herbáceas ricas en látex-, al igual que las conocidas amapolas rojas. Su nombre científico, Meconopsis cambrica, hace referencia a Cambria, nombre latino del País de Gales, donde esta planta goza de gran popularidad.

La especie solo está presente en este país y en otras regiones de Gran Bretaña, así como en Irlanda, Francia y la Península Ibérica. En inglés se llama precisamente Welsh poppy o amapola galesa. Desde el año 2006, el partido nacionalista galés Plaid Cymru utiliza esta flor amarilla como símbolo en su logotipo oficial. En otros países es ampliamente cultivada como planta de jardín, pero en Galicia es muy poco frecuente.

En la sierra de O Courel, las amapolas amarillas solo se puede encontrar en la parte baja del bosque de la Devesa da Rogueira y en el valle del Lóuzara, que forma parte de la misma área biogeográfica aunque pertenece administrativamente al municipio de Samos. A esta última zona pertenecen los ejemplares que se pueden ver en las imágenes junto a estas líneas. Fueron localizados en las proximidades de Santalla de Arriba, cerca de un camino que lleva a la localidad de Vila do Castro.

La amapola amarilla crecen en bosques de frondosas y zonas umbrías con bastante humedad, entre los 800 y los 1.700 metros de altura. Prefiere los suelos calizos, aunque también se pude desarrolla en los terrenos con silicios ricos en nutrientes. Estos ejemplares fueron fotografiados en bosque mixto de frondosas y castaños, en una franja caliza procedente de la sierra de O Courel que atraviesa el valle de Lóuzara.

La corola de la planta está formada por cuatro pétalos de gran tamaño y provistos de un intenso y brillante color amarillo, haciéndola muy vistosa y llamativa. Esta coloración incita la visita de los insectos polinizadores e incluso cuando las condiciones de luz son escasas. Aunque el amarillo es el color más frecuente en esta especie, en algunos casos la tonalidad puede ser más anaranjada.

Látex tóxico

Si se secciona el tallo de la planta, segrega un látex de color amarillo y de propiedades tóxicas, que supone una medida de protección contra los animales herbívoros. Hay que señalar que las zonas de sierra de O Courel donde crece esta especie pertenecen a la Red Natura, un espacio en el que está prohibido recolectar plantas silvestres y sobre todo las especies raras.

La especie solo está presente en la península, Francia y las Islas Británicas